¿Por qué tomamos 12 uvas en Nochevieja?

Las uvas contienen fibra, pero no tienen ni proteínas ni grasas. Entre las vitaminas, destacan todas las del grupo B, especialmente la vitamina B6.

Su contenido de agua es del 82% y 100 gramos de uva nos aportan alrededor de 70 kcal. Los expertos explican que es una fruta diurética y laxante.

Consumir uvas con piel y con pepitas, aporta un extra de fibra que beneficia la movilidad intestinal.

“La uva es una fruta rica en hidratos de carbono, por eso en comparación con otras frutas nos aporta mayor energía. Los hidratos de carbono que encontramos en la uva son de fácil asimilación como la glucosa, fructosa, sacarosa y dextrosa” explica la nutricionista Marta Sanz.

También contiene potasio, magnesio, azufre y hierro. Sus flavonoides y taninos, que actúan como potentes antioxidantes, por lo controlan el colesterol, frenan los efectos del envejecimiento y refuerzan las defensas.

«Hay que destacar las propiedades concretas de la semilla de la uva, rica en antocianos y taninos, dos sustancias que también tienen una potente actividad antioxidante y antiinflamatoria», informan desde elDiario.es

La uva ayuda a reducir el estreñimiento y equilibrar la flora intestinal. Es una fruta de la que podemos disfrutar especialmente durante el otoño.

Me aconsejaron la tienda online Plantvid que vende uvas de mesa, así que decidí comprar algunos de sus productos. En esta empresa puedes encontrar distintas variedades de uvas.

Se pueden clasificar en dos grupos según si son utilizadas para la elaboración del vino o las que son para consumo directo.

Existen más de 3000 variedades, pero las variedades que se consumen como uva de mesa la más popular es la uva Moscatel.
Las uvas que son utilizadas para el consumo directo suelen ser más dulces que las variedades que se usan para vino.

Se recomienda comprar uvas que estén bien maduras pero que sigan firmes. Hay que asegurarse de que las variedades negras o rojas no presenten ninguna señal verde.

Debemos comprobar que la piel de las uvas no esté arrugada, ni los tallos han de presentar manchas marrones.

Las uvas deben mantenerse en el frigorífico hasta el momento de su consumo, donde se pueden conservar en óptimas condiciones hasta 15 días.

Mantén las uvas en su empaque original, ya que están diseñados con el equilibrio correcto de ventilación para mantener la fruta fresca el mayor tiempo posible.

Aguantan más en un cajón que tenga mucha humedad, pero si no tienes uno, guarda las uvas en la parte posterior del refrigerador.

En España, en la víspera de Año Nuevo, hay una tradición que se cree que atrae la buena suerte: comer 12 uvas al ritmo de las 12 campanadas de medianoche.

Esta tradición tuvo su origen en España, aunque con el tiempo se haya difundido a otros países como Portugal o Latinoamérica. Hay varias teorías sobre cómo comenzó esta tradición.

Una de ellas señala que en 1909 hubo una cosecha excepcional de uvas, lo que llevó a los productores a comercializarlas como «uvas de la suerte» para aumentar su venta. En ese momento surgió la idea de comer 12 uvas a medianoche, una por cada mes del año.

Hay otras teorías que intentan explicar esta costumbre, en 1882 la clase burguesa tenía la costumbre de disfrutar champán y uvas durante la cena del último día del año.

Por lo tanto, un grupo de personas en Madrid decidió burlarse de esa tradición y se reunieron en la Puerta del Sol para comer uvas al ritmo de las campanadas.

A continuación, te explicamos un truco fácil para pelar y quitar las pepitas de las uvas de Fin de Año. ¡Toma nota!

Sólo necesitas un clip de papelería o una horquilla del pelo. Lava el clip y ábrelo por la mitad, separando las dos mitades y estira hasta conseguir un ángulo de 180 grados.

Introduce una de las dos puntas del clip por el agujerito que queda al retirar el tallo de la uva.

Al llegar casi al otro extremo de la uva, gira el clip, en el sentido de las agujas del reloj. Después, extrae el clip de la uva y verás cómo arrastra todas las pepitas.

Una vez que tienes las uvas sin pepitas, llega el turno de pelarlas. Te aconsejamos la técnica del escaldado, así que realiza un pequeño corte en la base de cada uva con un cuchillo afilado.

Después, mete las uvas en una olla con agua hirviendo durante 30 segundos. Sácalas del agua caliente y mételas rápidamente en agua muy fría.

Pela cada uva comenzando desde el extremo opuesto al corte y resérvalas en un recipiente hermético en la nevera hasta la hora de servirlas.

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