Uno de los pasos más importantes —y que a veces menos se toma en serio— al vender una casa es tasarla, es decir, ponerle un precio justo. Parece fácil, ¿no? Pero tasar una casa bien es todo lo contrario a “fácil”, y hacerlo por tu cuenta suele traer muchos problemas.
Cada vez que alguien decide poner un precio a su casa sin ayuda profesional, suele cometer errores que terminan afectando mucho la venta, el tiempo que tarda en venderse y el dinero que puede sacar por ella.
Los errores más comunes al tasar tu casa por tu cuenta
Cuando una persona que no tiene experiencia en tasaciones intenta ponerle precio a su casa, hay varios errores que aparecen con mucha frecuencia.
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Sobrevalorar la vivienda
La mayoría de la gente cree que su casa vale más de lo que realmente puede pedir en el mercado. Esto puede pasar por varias razones: tal vez le hicieron reformas costosas, o simplemente están enamorados de la casa y no quieren bajarle el precio.
Un precio demasiado alto espanta a los compradores. Cuando alguien ve una casa muy cara en comparación con otras similares, ni siquiera se molesta en contactar. Eso hace que la casa se quede mucho tiempo en venta y baje de precio después, o peor, que la gente empiece a pensar que tiene algo malo.
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Infravalorar la vivienda
En el otro extremo está el que quiere vender rápido y pone un precio demasiado bajo. Puede parecer buena idea para atraer compradores, pero también es un error.
Poner un precio por debajo del valor real significa que el vendedor pierde dinero que podría haber sacado. Además, un precio muy bajo puede levantar sospechas: ¿por qué está tan barato? ¿Habrá algo raro en la casa?
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No comparar con viviendas similares
No mirar qué precios tienen las casas similares en la zona es otro error bastante común. Muchos ponen un precio sin tener datos reales del mercado o de casas parecidas.
Sin comparar, el precio que pongas puede quedar muy fuera de mercado. Esto no ayuda ni a vender rápido ni a sacar un buen dinero.
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No valorar bien el estado de la vivienda
Muchas veces el propietario no tiene ojo para ver los defectos o problemas que puede tener la casa. Goteras, humedades, instalaciones viejas, ventanas que no cierran bien… Todo eso baja el valor de la vivienda.
Si no tienes en cuenta estos detalles, pondrás un precio que no refleja el estado real, y los compradores lo notarán.
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Olvidar la importancia de la ubicación
La ubicación no solo importa, es fundamental. No es lo mismo estar en un barrio céntrico con buenas conexiones, colegios, tiendas y parques, que en una zona alejada o menos valorada.
Tasando sin tener en cuenta la ubicación, puedes poner un precio que no concuerde con lo que la zona realmente vale.
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Ignorar las tendencias del mercado
El mercado inmobiliario no es estático, cambia todo el tiempo. Hay épocas en que los precios suben y otras en que bajan. Además, la demanda puede variar según la estación del año o la situación económica.
Si pones un precio sin fijarte en estas tendencias, es probable que te quedes fuera de mercado y no vendas al precio correcto.
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No considerar los costes adicionales
Al vender una casa hay muchos gastos que suelen olvidarse: impuestos, comisiones de inmobiliarias, gastos notariales y registrales… Si no los tienes en cuenta, puedes acabar poniendo un precio que no te deje la ganancia que esperabas.
Consecuencias de tasar mal tu casa
Poner un precio incorrecto a la casa tiene consecuencias que van más allá de una simple venta fallida. Aquí te explico cuáles son los efectos que suelen tener esos errores en la práctica.
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La casa no se vende y se estanca en el mercado
Si el precio está muy por encima del valor real, la casa se quedará meses o incluso años sin venderse. Esto pasa mucho porque los compradores no quieren perder tiempo en una vivienda sobrevalorada.
Y eso genera un efecto negativo: cuanto más tiempo está una casa en venta, más difícil es venderla. Los compradores empiezan a sospechar que algo no va bien, aunque no sea cierto.
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Pérdida de dinero
Si pones un precio muy bajo para vender rápido, al final terminas perdiendo dinero. El objetivo de vender una casa es sacar un buen beneficio, no regalarla.
Además, la diferencia entre un precio justo y un precio bajo puede ser muy grande, y perder ese dinero puede ser un golpe fuerte para cualquier persona.
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Dificultad para negociar
Un precio mal puesto puede afectar tu poder de negociación. Si empiezas con un precio alto, pero luego tienes que bajar mucho, vas a quedar en mala posición frente al comprador.
Si empiezas con un precio muy bajo, no tendrás margen para subir ni sacar más dinero. Así que, tasar mal te puede hacer perder fuerza en la negociación.
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Desconfianza por parte de los compradores
Cuando el precio no coincide con lo que la vivienda ofrece, los compradores suelen desconfiar. Pueden pensar que hay problemas ocultos o que el vendedor no sabe lo que hace.
Eso crea una barrera importante para vender.
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Problemas con la financiación
Los bancos suelen pedir una tasación oficial para aprobar una hipoteca. Si el precio que pones está muy por encima de esa tasación, el banco puede rechazar financiar al comprador.
Eso hace que pierdas potenciales compradores porque no podrán conseguir la hipoteca necesaria para comprar tu casa.
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Más estrés y trabajo para ti
Por último, poner un precio incorrecto suele generar mucho estrés. Tendrás que atender consultas, bajar precios varias veces, negociar sin fuerza y estar pendiente de la venta durante mucho más tiempo del que esperabas.
Por qué es necesario que la tasación la hagan profesionales
Queda claro que tasar una casa es complicado y que los errores pueden costar caro. Por eso, la mejor opción es que alguien con experiencia se encargue.
Lo que aportan los profesionales
Los expertos en tasación tienen años de experiencia, conocen bien el mercado local y saben cómo comparar viviendas similares.
Ellos no solo miran la casa y dicen un número al azar. Analizan todo: la ubicación, el estado, las características, la situación del mercado y las tendencias. Usan bases de datos profesionales y herramientas que cualquier persona no tiene.
Además, tienen la capacidad de hacer una tasación objetiva, sin dejarse llevar por emociones, lo que es clave para poner un precio justo.
Beneficios de que un profesional haga la tasación
Desde VIP House BCN, inmobiliaria con experiencia en Badalona, nos recomiendan que nunca te bases en el instinto o en el cariño que le tienes a tu casa para poner un precio. “Haz un análisis serio del mercado y compara con viviendas similares antes de decidir. Si tienes dudas, lo mejor es contar con un profesional que te ayude a sacar el mejor precio sin perder tiempo ni dinero.”
- Precio justo y competitivo: Esto facilita que la casa se venda rápido sin perder dinero.
- Evitar problemas con los bancos: La tasación profesional suele ser aceptada para la hipoteca.
- Menos estrés: Porque te evitas estar pendiente de bajar precios o perder compradores.
- Mejor negociación: Partir de un precio adecuado te da más fuerza para negociar.
- Confianza para compradores: Una tasación profesional genera credibilidad.
Más razones para no tasar tú mismo
Tasar bien te ahorra tiempo
Parece que tasar tú mismo es más rápido y barato, pero lo cierto es que si pones un precio mal, tu casa se puede quedar meses sin venderse.
Al final, te toca bajar el precio, perder tiempo y paciencia. Con una tasación profesional, la venta suele ser más rápida y sin sorpresas.
Evitas problemas legales y técnicos
Los profesionales revisan toda la documentación de la casa y sus aspectos legales, algo que muchos vendedores no hacen.
Si tasas sin tener en cuenta esto, puedes meterte en líos legales o técnicos que compliquen la venta o generen gastos extra.
Mejor posición para negociar
Un precio bien puesto desde el principio te permite negociar sin que te presionen a bajar demasiado.
Si empiezas mal, tendrás que ceder más y perder dinero.
¿Cómo elegir al profesional adecuado?
Si te decides por que un experto tasé tu casa, busca a alguien que:
- Tenga experiencia en tu zona.
- Tenga buenas opiniones y referencias.
- Te explique claramente cómo llegó al precio.
- Use herramientas profesionales.
- Te entregue un informe claro y detallado.
Si sigues teniendo dudas, acude a los profesionales
Intentar tasar tu casa tú mismo antes de venderla es más común de lo que parece, pero casi siempre termina siendo un error.
La sobrevaloración, infravaloración, no comparar con el mercado, ignorar el estado o la ubicación son fallos que pueden hacer que tu venta sea un fracaso. Las consecuencias van desde meses sin vender hasta perder dinero, desconfianza de compradores y problemas con la financiación.
Por eso, lo mejor es dejar que profesionales hagan la tasación, porque ellos conocen el mercado, saben qué mirar y cómo poner un precio justo.
Así podrás vender tu casa rápido, sin estrés y sacando el mejor precio posible.