El kitesurf es un deporte mucho más accesible de lo que muchos piensan. Solo hacen falta ganas de aprender, un poco de paciencia al principio y el equipo adecuado.
Si estás leyendo esto es porque, seguramente, alguien te ha hablado del kitesurf o lo has visto en la playa y te ha entrado el gusanillo. Y sí, tiene algo de mágico: la mezcla de viento, agua y libertad es difícil de explicar con palabras. Pero también es cierto que, para disfrutarlo de verdad y con seguridad, hay que conocer bien qué necesitas y por dónde empezar.
Qué es el kitesurf
El kitesurf es un deporte acuático en el que usas una cometa de tracción, sujeta con cuerdas a una barra, para deslizarte por el mar sobre una tabla. La fuerza del viento te arrastra y tú decides hacia dónde ir. Puedes simplemente navegar, saltar, hacer giros o incluso surfear olas si te animas. No necesitas motor ni olas grandes, solo viento y espacio.
La sensación es muy especial. Cuando logras controlar la cometa y te pones de pie sobre la tabla, es como si volaras bajito sobre el agua. Y no, no hace falta tener experiencia previa en otros deportes para aprender. Solo muchas ganas y algo de constancia.
¿Cuántos años hay que tener para practicarlo?
El kitesurf es un deporte muy versátil. Lo practican niños a partir de unos 10 u 11 años (siempre con monitor y material adaptado), y también adultos de 50 o 60. No hay una edad límite. Lo importante es tener cierta coordinación, sentirte cómodo en el agua y, sobre todo, tener ganas de pasarlo bien. Con un curso adecuado y progresivo, cualquiera puede iniciarse.
Eso sí, si tienes alguna lesión previa o problema físico importante, lo ideal es consultarlo antes con un profesional. Pero para la mayoría de personas es perfectamente practicable.
Por dónde empezar si quieres hacer kitesurf
Desde Capitán Kite Tarifa, escuela de kitesurf en Tarifa, nos recomiendan que, antes de pensar en comprar nada, es hacer un curso con profesionales.
De verdad, esto es clave. En un buen curso vas a aprender lo más importante: cómo funciona el viento, cómo se maneja la cometa en tierra, cómo se lanza desde el agua, cómo usar el sistema de seguridad, cómo ponerte de pie en la tabla, cómo caer sin hacerte daño… Todo eso se entrena poco a poco, y en un entorno controlado.
Hay escuelas de kitesurf en muchísimas playas, tanto en España como fuera. Lo ideal es que el curso dure al menos tres días y tenga partes prácticas en tierra y en el agua. Cuando terminas el curso, ya puedes empezar a practicar por tu cuenta con tu propio equipo (o alquilado), siempre con sentido común.
Qué equipo necesitas para practicar kitesurf
Ahora sí, vamos con lo que mucha gente quiere saber desde el principio: qué necesitas exactamente para practicar este deporte. Parece mucho al principio, pero en realidad todo tiene su función y, una vez lo pruebas, entiendes por qué cada cosa es importante.
La cometa (Kite)
Es el corazón del kitesurf. La cometa es la que te tira, te impulsa y te mantiene en movimiento. Las hay de muchos tamaños y formas, y elegir bien es fundamental.
Para empezar, lo mejor es usar una cometa hinchable, que flota en el agua y es fácil de volver a lanzar si se cae. Dentro de estas, hay varios modelos pensados para distintos estilos de navegación. Si eres principiante, lo más recomendable es optar por una cometa de tipo “freeride”. Son estables, seguras y bastante versátiles. Sirven para aprender, avanzar y hasta dar tus primeros saltos.
El tamaño de la cometa depende de tu peso y del viento que haya en tu zona. Si pesas poco y suele hacer mucho viento, necesitarás una cometa más pequeña. Si pesas más y el viento no es tan fuerte, necesitarás una más grande. ¿Lo mejor que puedes hacer? Preguntar a los kitesurfistas locales. Ellos saben qué funciona mejor en esa playa y te darán consejos ajustados a tu caso. Además, así empiezas a conocer a gente del mundillo, que siempre ayuda.
Existen otros tipos de cometa, como las de olas (muy ágiles y pensadas para surfear), las de big air (que permiten saltar altísimo) y las de freestyle (ideales para hacer trucos). Pero al principio, mejor centrarse en lo básico.
La barra
La barra es lo que usas para controlar la cometa. Va unida a ella por unas líneas largas y es lo que te permite dirigir el kite a un lado u otro. También sirve para reducir la potencia del viento o soltar la cometa del todo si hay un problema.
Todas las barras modernas incluyen sistemas de seguridad muy eficaces. Aprender a usarlos bien es una de las primeras cosas que enseñan en los cursos, y es algo que no debes pasar por alto.
El arnés
El arnés se coloca en la cintura (o a veces en las caderas, como un pantalón) y es lo que conecta tu cuerpo con la barra. Gracias a él, la fuerza del viento no la aguantas con los brazos, sino con todo el cuerpo. Esto te permite navegar mucho más tiempo sin cansarte.
Hay arneses de cintura y de asiento. Para empezar, el de asiento suele dar más estabilidad y control, así que es una buena opción.
La tabla
La tabla más común para iniciarse es la twin tip. Tiene forma simétrica y se puede usar en ambas direcciones. Es fácil de manejar y muy adecuada para principiantes. Lleva dos correas donde se colocan los pies y, con el tiempo, puedes cambiarla por otros modelos más avanzados si te apetece.
El traje de neopreno
Dependiendo de la temperatura del agua donde practiques, vas a necesitar un traje más o menos grueso. En verano, si el agua está templada, te puede bastar con un traje corto o incluso una licra. Pero en primavera, otoño o zonas más frías, mejor uno largo y de 3 a 5 mm de grosor.
El neopreno no solo te protege del frío, también evita rozaduras y golpes suaves.
El casco y el chaleco
El casco es muy recomendable, sobre todo al principio. Si te caes o la tabla te da un golpe, te protege bien. Y el chaleco ayuda a flotar y también protege el torso. Además, te da un extra de tranquilidad.
Una bomba de inflado
Parece un detalle menor, pero sin bomba, no puedes hinchar la cometa. Casi todas las cometas vienen con su propia bomba, y algunas permiten inflar varios modelos diferentes. Asegúrate de que la bomba es compatible con tu cometa.
Otros detalles que vale la pena saber
Practicar kitesurf no es solo tener el equipo. También hay que aprender a elegir el momento, el lugar y cómo cuidar todo el material.
Por ejemplo, revisa siempre la previsión del viento. No salgas si hay tormenta, si el viento es racheado o demasiado flojo. Usa apps como Windy, Windguru o similares para saber qué esperar.
Cuida bien tu equipo. Después de cada sesión, enjuágalo con agua dulce (sobre todo si has estado en el mar), sécalo bien y guárdalo lejos del sol. Esto hará que te dure mucho más.
Y nunca practiques solo en tus primeras sesiones. Si puedes ir acompañado o estar cerca de otros kitesurfistas, mejor. Así, si pasa algo, tendrás a alguien cerca que te pueda echar una mano.
¿Es caro iniciarse?
El material nuevo no es barato, es cierto. Solo la cometa y la barra pueden costar entre 800 y 1200 euros, la tabla unos 400 y el resto del equipo algo más. Pero no necesitas comprar todo desde el primer día.
Muchas escuelas alquilan material, o venden equipos de segunda mano en buen estado. También puedes buscar packs de iniciación. A medida que progresas, decides si te compensa comprar o seguir alquilando.
¿Dónde se puede practicar?
En España hay playas buenísimas para practicar kitesurf. Tarifa es la más famosa, pero también están El Médano (Tenerife), Castelldefels (Barcelona), Sant Pere Pescador (Girona), La Manga (Murcia), Valdevaqueros, y muchas más. Solo asegúrate de que sea una playa donde esté permitido y de que respetas las zonas marcadas para cometas, sobre todo en verano.
Lo que nadie te dice (pero deberías saber)
Cuando empieces, tendrás días en los que no logres levantar la cometa, o no consigas subirte a la tabla. Habrá frustración, claro. Pero de repente, en una sesión, todo encaja. El viento sopla justo como necesitas, levantas el kite sin pensar, y te deslizas como si lo hubieras hecho toda la vida. Es un momento mágico.
Además, el ambiente que se respira en la playa entre los que practican este deporte suele ser muy bueno. Gente que se ayuda, que se presta una bomba, que da consejos. Muchos se hacen amigos gracias al kitesurf.
¿Te animas?
El kitesurf es mucho más que un deporte. Es una forma de estar en contacto con la naturaleza, de sentirte libre, de superarte sin competir con nadie. Es moverte con el viento, volar un poco sobre el agua y volver a casa con una sonrisa gigante.
Y ahora que ya sabes qué necesitas, cómo empezar y qué tener en cuenta, solo te queda dar el paso. Haz un curso, habla con gente del mundillo, prueba. Seguro que dentro de poco tú serás quien esté en la orilla, cometa en mano, ayudando a alguien que empieza como tú.
Si te animas, el mar y el viento te están esperando.